La chica del dragón tatuado
Un intrépido periodista, Mikael Blomkvist, es sentenciado con cargos de libelo por acusar a un empresario importante de Suecia de hacer cosas no muy buenas. El empresario se defiende, lo demanda y prácticamente deja a Mikael en la calle y su reputación (junto con la de la revista Millenium) se va a los suelos. Es cuando llega Henrik Vanger a tenderle la mano para que lo ayude a resolver un caso que viene desde los 60’s. El asesinato de su sobrina Harriet.
La trama se desenvuelve tratando de encontrar pistas para dar con el asesino. Pero tenemos también a Lisbeth Salander. Ella es una chica que ha tenido problemas desde que tenía 12 años, y estos se incrementan cuando su tutor sufre de un infarto cerebral y el estado le asigna otro guardián que la trata mal, muy mal. Pero Lisbeth es una mujer llena de recursos y se las ingenia para salir de cualquier problema en el que se encuentre.
El encaje de toda la película es cuando Lisbeth y Mikael se conocen y unen sus esfuerzos por desentrañar el misterio. Ahí está el alma de la cinta, se complementan a la perfección y hacen uno de los mejores equipos que se hayan puesto en pantalla.
Existe otra versión de esta cinta, la que se hizo hace algunos años que es de origen sueco. Lo que si me consta es que aquí David Fincher revela su nivel de dirección, lo demuestra desde los títulos principales, los cuales son reminiscentes de una película de James Bond. Lo mejor es que en esta cinta sale James Bond (Daniel Craig).
El score de La Chica del Dragón Tatuado es sublime, Trent Reznor y Atticus Ross dan lo mejor de ellos mismos en la música, la cual crea un ambiente eléctrico, que a ratos se siente como un corto circuito que después se llena de atmósferas angelicales. El score es una parte primordial de esta cinta.